Sus zumbidos hacían molestia que robaba y se las tomaba
Rápida e inalcanzable (para disparar).
Cuando salía a la calle todos le temían .Y se alejaban sin
haberla probado.
Fabricaba con paciencia el dulzón de su cuerpo que cambiaba
con las estaciones.
Malena era abeja. Una miel .Y creadora mujer...
Se picaba ella para
ahorrar viajes en destinos desiertos.
Lo que nadie entendía, ella lo concentraba en un capullo de
dulzura
que las más tercas
narices lo sentían hasta con los
ojos abiertos y cerrados.
Ése era su verdadero arte.
Que un traje amarillo
para salpicar en alegría.
A veces un traje
negro para sin razón temer y distanciar.
Era necesaria su libertad.
Era necesaria su
chispeante ironía
Que en ella crecía
como la fórmula para multiplicar su alimento también.
Servía a su comunidad, mientras otros la usaban.
Pero en su firmeza
nunca se sobornaba.
No flaqueaba ni por la sangre del mes.
Malena era diferente,
Porque así realmente vivía.
Daba aire sin ser árbol.
Y no por ser reina de las mieles,
Sino porque terminaba
en empalagar de flores de azúcar a los que empezaban como contrincantes
y terminaban copiando
sus formas,
Cual diferencia
alguna no encuentro ni con tres dedos chuecos.
Sin estrategias,
solo con diamantes en su cabeza
el insecto curaba los agujeros negros que hacían hundir a
Malena.
Una tarde que empezaron a caer las hojas,
los furiosos vientos de las sierras juntaron a la tan
ansiada metamorfosis.
Malena y la abeja se fusionaron en el mismo traje
y al sin fin
comenzaron a volar.
Una explosión cósmica comenzó a transformar lo que hace rato
las montañas pedían despegar...
pos la libetad que uno tiene mientras esta soltera es una experiencia donde realza toda su vida y belleza con cambios para demostrar su hermosura y madures aunque siempre va a encontrar obstaculos en su camino y gente envidiosa y que se aproveche de su inocencia
ResponderEliminarcomo aceptando su verdadera realidad
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