Esas noches con temblores en los brazos
aspirando aladamente el intento de tragarme todas las cenizas para que puedan tapar el humo que llevo dentro
entre grietas que hacen picadas en el cruce de una voz
que cosen sombras a los arboles cuando
el llanto de un pesado tren deja sin aire la sien, haciendo estallidos en finales quietos.
y los ojos se me encogen de tanto toser las pupilas ardidas rogando algún oasis.
y los ciegos paisajes que exprimía cuando sin dientes te podía comer,me devuelven a una fría calma desesperada, que dejandome flotar boca arriba en la marea de aquellos eclipses imposibles (como lo nuestro) te recuerdo aun, en tu muda presencia.
un poco triste los recuerdos es mejor de llenarlos de buenos momentos
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