Nube de vainilla

Y si para decirte
 tendría que volver a juntarme.
Alma ,pies  y manos distanciados en cada esquina.
El cuerpo en un laberinto.
Puntos suspensivos que ahogan el silencio de misterio.
Puntos suspensivos que solo esperan la palabra que desangra tus benditos sueños.
Algo que quiere continuar hasta nunca terminar.

Y si para decirte si,
tendría que volver a juntarme.
Alma desarmada,
 fuego apagado pero en puntos suspensivos.
o en silencio que se duerme,
o en ese parloteo de la mente que nunca se calla.

Dejé mis partes en cada escalón.
Mas que dejarlas las olvidé.
Pero  desde esa puerta a lo entero

ya no hay sangre que corra.

Apenas ojeo mecida desde  el piso.

Haber dejado caer mi peso para liberarme no fue tan fácil.
Siempre el frío es embriagante, mucho mas que los vinos que se comparten con amigos.

La subida es cruel y lenta.
Agota si no respiramos sol,
transforma si escupimos el miedo.
Y si respiro el vértigo  puedo hacer dos cosas:
dejar este sueño y volver a la vieja comodidad,
o menear la prueba del superdebil,
hasta al fin soplarla.

La subida es cruel y lenta cuando no hay respiro de los ecos.
Y si llegas, nadie te avisa la fecha de vencimiento.
No es impredecible que un  brusco viento de mano invisible te tire hacia abajo,
deseoso de arrebatar tu suerte.
Y si no llegas a caer,
 al menos los frenos que da la fuerza y engrandece el alma
esquiva el suelo de la muerte,
olvidando el invento del tiempo cuando estás donde amas pertenecer.

Y sí,
para decirte si
quiero volver a verte.
La sorpresa es el movimiento del desencuentro.
Ya no hay luz encandilante que canse los ojos.

La oscuridad marina tranquiliza .
El descanso  es alegre en los ojos de tu corazón.

Despacio puedo ver los cometas de agua.

Mi cuerpo comienza a flotar  hasta volverme nube de vainilla.
Me río y nos miramos desde el cielo.
Me río y nos movemos como mar.
Me río.Nos comemos.
Me vuelvo a reir.
Que ricos somos juntos.