domingo, 27 de mayo de 2012

Adonde vamos


La mirada generosa que confunde  la realidad
como si se tratara de bañar  en sol al Ángel Novus
como si la tempestad que hacen estas telarañas fuesen aliviadas por la misma calma.
Tanta dignidad me indigna también.

El Peligro de a dónde van las palabras.
El peligro de las cadenas empapeladas.
Qué queda si no es la continua nada
que lo nuevo sea la muerte y atrape  así el manojo de alguna elección
aunque también sea los dedos de la promesa ilusoria  de hoy
 que viste enlatada porque solo acaricia la lengua del alma.


Los calendarios no maduran al mismo tiempo que los relojes,
son esposos de la nostalgia excusando a las bocas que escupan la misma letra
 que en el presente del cuerpo se vuelve pesado.
Inmóvil en las telarañas.
Tanta dignidad me indigna también.


La catástrofe de abrir.
La catástrofe de cerrar.
La catástrofe de vivir.
Más la catástrofe es sentir.


Qué queda si no es la continua nada.
el peligro de las cadenas empapeladas
el peligro de adonde van las palabras.


3 comentarios:

  1. es como Volver a los diecisiete después de vivir un siglo
    es como descifrar signos sin ser sabio competente
    volver a ser de repente tan frágil como un segundo
    volver a sentir profundo como un nino frente a Dios,
    eso es lo que siento yo en este instante fecundo

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  3. nadie tiene toda la libertad de expresar lo que quiera en este mundo,pues parte del socialismo sigue vivo.

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