Ayer me robaron.
Me asaltaron.
Me sacaron mis pertenencias.
Me quedé atónita ante los camaleones de neón.
Estaba completamente tildada.
Me pidieron mis cosas y no me resistí.
Me pidieron mi cuerpo y no me resistí.
Me pidieron mi alma y no me resistí.
Ahora me pregunto cuál es la diferencia entre vivir y tener la experiencia de ese instante.
Cuántas cosas perdemos por miedo a perder la fragilidad de la existencia y dándose cuenta después, la convicción de que pudo ser peor así que la experiencia fortaleza la vida sean y cuantas sean las pruebas diligentes en el futuro
ResponderEliminar