La mirada generosa que confunde la realidad
como si se tratara de bañar en sol al Ángel Novus
como si la tempestad que hacen estas telarañas fuesen aliviadas por la misma calma.
Tanta dignidad me indigna también.
como si se tratara de bañar en sol al Ángel Novus
como si la tempestad que hacen estas telarañas fuesen aliviadas por la misma calma.
Tanta dignidad me indigna también.
El Peligro de a dónde van las palabras.
El peligro de las cadenas empapeladas.
Qué queda si no es la continua nada
que lo nuevo sea la muerte y atrape así el manojo de alguna elección
aunque también sea los dedos de la promesa ilusoria de hoy
que viste enlatada porque solo acaricia la lengua del alma.
Los calendarios no maduran al mismo tiempo que los relojes,
son esposos de la nostalgia excusando a las bocas que escupan la misma letra
que en el presente del cuerpo se vuelve pesado.
Inmóvil en las telarañas.
Tanta dignidad me indigna también.
La catástrofe de abrir.
La catástrofe de cerrar.
La catástrofe de vivir.
Más la catástrofe es sentir.
Qué queda si no es la continua nada.
el peligro de las cadenas empapeladas
el peligro de adonde van las palabras.
que viste enlatada porque solo acaricia la lengua del alma.
Los calendarios no maduran al mismo tiempo que los relojes,
son esposos de la nostalgia excusando a las bocas que escupan la misma letra
que en el presente del cuerpo se vuelve pesado.
Inmóvil en las telarañas.
Tanta dignidad me indigna también.
La catástrofe de abrir.
La catástrofe de cerrar.
La catástrofe de vivir.
Más la catástrofe es sentir.
Qué queda si no es la continua nada.
el peligro de las cadenas empapeladas
el peligro de adonde van las palabras.